lunes, 30 de septiembre de 2013

Antonio J. Fernández - Mi primer GP en vivo

Cuando los sueños se hacen realidad
29 sept. 2010

Tras un curso en el que me había pasado nueve meses disfrutando de mi afición a la Fórmula 1 y los otros tres meses de verano estudiando, llegó el momento de irnos a Jerez a ver nuestra primera carrera en vivo.


Corría el año 1988, y los turbos se despedían de 'El Gran Circo'. Sólo eran 11 de los 31 que conformaban la parrilla y tarados con una brida de 2’5 bares de presión, pero iba a ser la última ocasión de verlos (y oírlos) en vivo. Pero estaba claro que esa academia que mis padres habían tenido que pagar para que me enterara de las Matemáticas, que por primera vez en mi vida había suspendido, me iban a pasar factura...

Así que ese jueves 29 de septiembre, despedí a mis dos amigos que marchaban al día siguiente tempranísimo para Jerez con las lágrimas intentando no desbordarse de mis ojos... A su vuelta, el domingo por la tarde, me hicieron feliz con sus anécdotas y algún que otro regalito que todavía tengo localizado: el programa del Gran Premio y unas almohadillas para los asientos de Cobra, patrocinador del March. En ese mismo momento me prometí no faltar al año siguiente.

Pasaron 365 días desde ese triste jueves, y me ví subido a un coche con Juanma, su hermano Javi y Rafa camino del Circuito de Jerez... No es que mi CO-COU hubiera ido mejor que el curso anterior, pero ese año no había habido inversión familiar en educación, así que me pude gastar los mil duritos en comprar en el Hipercor de Sevilla el sueño que tenía desde que empecé a seguir la F1 tres años atrás.


Llegamos sobre las 9 de la mañana, por lo que la impresión de oír a algunos de los trece pilotos que se jugaban las precalificaciones la tuvimos nada más acercarnos a las proximidades del circuito (tuvimos la suerte de que la sesión había empezado media hora tarde por falta de helicóptero). ¡Ya se me aceleraba el corazón y aún no habíamos entrado!

Pero lo que más huella dejó en mi memoria fue el olor a gasolina de alto octanaje que flotaba en el aire... En los tiempos actuales eso ya no lo volveréis a disfrutar quienes debutéis en un Gran Premio en vivo; aunque el pasado año en el mes de marzo los Brawn GP tenían aún un cierto tufillo a aquel rico olor...


Como los fondos eran escasos me tuve que contentar con comprarme el programa (500 Ptas.) y alguna que otra pegatina, pero disfruté como un enano cada vez que paraban las carreras, y mientras decidíamos en qué tribuna íbamos a ver la siguiente sesión, íbamos a la zona comercial. Juanma se compró una cazadora preciosa de Arrows con el logo de USF&G y Javi, a pesar de comprarse un par de monoplazas de F1 de MiniChamps, volvió con 4 ó 5... si es que se caían en la bolsa solos... ¡Jajajajajajajajajajajaja!

Otra de las emociones del día era cuando su tío Falele nos recogía en el circuito y nos llevaba al piso de Valdelagrana, y viceversa... ¡Vaya manera de conducir por la carretera que pasa por El Portal!


Y como colofón, decir que ese fin de semana Magic nos regaló a los 30.000 escasos espectadores un Grand Chelem apoteósico... Era la mejor manera de estrenarse viendo la F1 en vivo.

2 comentarios:

  1. Estimado Antonio,
    Debes darle las gracias a tus padres por dejarte ir a Jerez sin haber sacado MH en todo, yo en su lugar hubiese sido muchísimo menos permisivo.
    Saludos y nos leemos

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    Respuestas
    1. Pues sí... jajajajajajajajajajajajajajaja

      Saludos, y que sepas que cuando gustes tienes aquí espacio para ti y tus vivencias.

      Gracias, AMIGO. ;)

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