lunes, 8 de abril de 2013

Héctor Sagués - Aficionado

Mi historia dentro del automovilismo no es muy larga, así que intentaré ser breve.

Siento decir que yo no tengo nada que ver con “La segunda oportunidad”, el Jarama, Ayrton Senna o la Ferrari que no ganaba. Como muchos otros, empecé a seguir la Fórmula 1 con Fernando Alonso. La primera carrera que recuerdo haber visto en su plenitud fue el GP de España de 2003, cuando “Fennandou” acabó segundo tras un Michael Schumacher que por entonces era poco más que un misil imbatible, aunque ese no fue su mejor año.

Gran Premio de España de 2003, el primer podio de Fernando Alonso en casa

No seguí todas las carreras restantes, pero más o menos me enteré de los resultados y vi algún que otro GP entero. Pero con diez años de edad que tenía, no era fácil guardarlo todo en el disco duro para reproducirlo en la posteridad.

Con el paso de los años, he seguido admirando a Fernando Alonso, sobre todo cuando en más de una ocasión era el mejor piloto pero no ganaba por X motivo. Lo único que no me gusta de él es que si no gana ningún título más, va a pasar a formar parte de la lista de pilotos con los que la historia ha sido injusta. Porque seamos sinceros: que Alonso tenga 2 mundiales cuando perfectamente podría haber ganado cuatro o cinco... no es del todo justo.

Tras este intento de rabieta, sigamos.

Sin dejar de seguir a Alonso, me di cuenta de que quería más. Buscaba otros placeres con cuatro ruedas. Poco a poco, encontré otras disciplinas, y ¡qué sorpresa!, también había españoles. Parecía que no sólo existían los alemanes, los italianos, los británicos y los raros (aquellos que no fuesen de alguno de los tres países citados), sino que en ese grupo de raros también los había de nuestro país.

Y ahí llegó la GP2, esa categoría que quiso ser abierta y que ahora parece un coto de cojos, la añorada Champ Car con el irreductible Oriol Servià, el WTCC, con SEAT y su TDI, el DTM y su duelo entre Audi y Mercedes... llegué a ver carreras del DTM que se emitían el sábado siguiente en T5 Sport con San Ganchao como comentarista. Qué privilegio tener dos canales que lo emitan ahora.

Nuestra última victoria en una carrera de GP2, Dani Clos en Imola el 20 de marzo de 2011

De forma residual, es decir, sin verlo por televisión y enterándome gracias a las revistas, también me interesé por las World Series, el gran Antonio Albacete y su lucha contra todo en camiones, el mundial de Rallyes y alguna que otra categoría nacional.

La llegada de Internet a casa abrió un mundo de posibilidades. A día de hoy, sigo algún que otro blog, además de ver todas las carreras que puedo por stream. Y también intento comentarlas o escribir sobre ellas.

La afición por este “deporte-negocio-espectáculo” móvil me la he tenido que tragar (y sigo tragándomela) yo solo. No tengo hermanos, mis padres nunca han visto en el deporte algo atractivo, y aunque algunos de mis tíos sí que siguen la Fórmula 1 con fervor, no he tenido la oportunidad de aficionarme desde pequeño a esto. Aún así, no me arrepiento del camino realizado, porque el citado Internet me ha hecho contactar con otros igual de enfermos (alguno incluso más) que yo.

Un grupo de aficionados, entre los que se encuentra nuestro amigo, con 'Maese' Castellá

En cuanto a los pilotos españoles, creo que se les tiene que dar la enhorabuena a los que han llegado alto. Hasta hace cuatro días era muy difícil destacar como corredor sin tener contactos o dinero. Ahora, sin dinero de por medio, ni gubernamental ni por patrocinio, es complicado seguir el camino con ciertas garantías. Pero seguro que alguien saldrá. Antes de que el “efecto Alonso” se difumine y los circuitos españoles vuelvan a vaciarse, alguien llegará lejos, si no es en Fórmula 1, será en otra categoría.

Y espero estar ahí. Tanto me ha calado esto que me gustaría vivir de ello. De momento, creo que un blog fallecido (Emoción sobre 4 ruedas) y la participación en un programa de radio por Internet (SportMotor) no está mal.


Confío en que esta afición no muera, y que si voy a un circuito y solo hay cuatro personas, pues bien. Aunque todo quede en familia, es mejor ser cuatro bien llevados que cien con diferentes caracteres.

Y también, que aparezca alguien con al menos la mitad de talento que tiene Alonso, que esté ahí arriba. Si gana, ya será lo más, pero con que llegue yo me conformo.

1 comentario:

  1. Espero q tengas mucha suerte en ese proyecto de futuro que tienes. Muchos ánimos!!!.

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