miércoles, 3 de abril de 2013

Eduardo Grande - Aficionado

Yo no tenía el mundo del deporte de motor en la sangre, ni lo amaba de pequeño, como muchos o casi todos los amantes de este deporte. Eso sí, me encantaba conducir, y digo me encantaba por que desde los 18 años recién cumplidos, hasta la edad de 39 años, justamente el 13 de marzo de 2004, estuve conduciendo camiones sin parar, desde un 3.500 Kg. hasta uno de 42.000 Kg. Sin embargo desde esta fatídica fecha, hasta hace poco, no podía casi ni coger el coche.

Con Fernando Alonso en la época de Renault
¿Entonces de dónde me vino el amor por este deporte? Es curioso lo que la vida nos depara. Después de unos días en el hospital, seis meses sin salir de casa, y perder 35 kilos, todo por ataques de ansiedad con una depresión de escala 5 de 5, decidieron que ya no podría conducir camiones nunca más. Así que decidí salir de casa y empezar una nueva vida. Empecé estudiando ofimática, ya que siempre me había gustado la informática y nunca lo pude hacer. Siempre estaba fuera de casa; como ahora tenía mucho tiempo libre, tenía tiempo de ver la tele y empecé, gracias a Alonso, a ver la F1.

 
En 2005 una compañera de ofimática (gracias Josefina por ese día maravilloso que me cambio la vida) me dejó el carnet de socio del Circuit de Catalunya para que viera los entrenamientos de la F-1 en directo... y ahí empezó todo.

Cogí una cámara analógica con 2 carretes de 36 fotos y disfruté, no viendo las carreras sino haciendo las fotos. El porqué; no lo sé... pero decidí que ése sería mi próximo reto, hacer fotos a todo vehículo de dos y cuatro ruedas que corriera en un circuito siempre que pudiera.

Me hice socio del Circuit, empecé a hacer fotos los viernes, el sábado las imprimía y me iba a los boxes a que me las firmaran los pilotos. Conocí a muchos de ellos, pero no de la F1 sino de las otras categorías que nunca salen en la televisión hasta hace poco. Al primero que conocí fue a Noel Jammal, un hispano libanés que conducía en la F3, siempre lo tengo en la mente.


Con Noel Jammal y Marco Barba cuando formaban equipo en Cedars Motorsport en 2010

También conocí a un italiano, Eugenio Amos, que corría en el Campeonato Lamborghini-Blancpain, al cual lo tengo en el corazón, porque sin conocerme de nada cuando le di la foto de su coche para que me la firmara, se quedó tan sorprendido ya que era la primera vez que se lo hacían, así que me invitó a ir a Valencia para ver, con todos los gastos pagados, la Final de Ferrari, ya que también corría el International GT Open con un Ferrari 430.

Ese fue el colofón para seguir luchando por este sueño y del cual estoy disfrutando. Un día, Eugenio me dijo: ¿te vienes a Italia?, y dije por qué no y me fui al circuito de Vallelunga en Roma a la final de la Lamborghini-Blancpain, de la cual quedó campeón de su categoría. Me regaló una cámara de fotos; no una cualquiera, sino una Canon EOS 550 con un objetivo aparte de 55-200. Yo le regalé mi amistad y todas las fotos que había sacado. Fue mi primera actuación en el mundo de la prensa.

Con su amigo Eugenio Amos en el Autódromo de Vallelunga

La segunda fue este año, en el Circuit de Catalunya en el International GT Open y en el European F3 Open gracias a Cristian Traginer, al que muchos conocéis.

No dejéis de visitar mi blog, el cual quiero convertir en página web, y añadir todos los comentarios que queráis.

También gracias a todos los que componéis el blog de PEPEM por darme esta oportunidad de contar mi vida.

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