sábado, 6 de abril de 2013

Cristóbal Rosaleny - Periodista

Mi vínculo con la Fórmula 1 casi me dobla la edad, ya que mi padre empezó a construir hace más de 40 años el archivo documental con el que yo aprendí a leer, y que tanto nos sirvió para crear un proyecto llamado TheF1.com, actualmente líder de las audiencias internautas de Fórmula 1 en habla hispana. Él fue quien me cautivó con historias de épica y superación, de héroes y villanos, de caballeros del riesgo, y ya nunca pude distanciarme de esa disciplina que convertí en materia de estudio. La actualidad la seguía en la tele y en las revistas, con especial atención a Ayrton Senna, mi ídolo, y del pasado se encargó mi padre muchos años más, con revistas, libros y vídeos que devoraba con fruición.

Ayrton Senna es más que un ídolo para millones de aficionados a este deporte-espectáculo

Mi padre y yo pasamos muchos años tratando de sistematizar esos datos en bases de datos, y nuestro aterrizaje en Internet en 1996 nos encendió la bombilla de compartir nuestros conocimientos y las ilusiones que nos habían movido durante tantos años. Yo era muy jovencito por entonces, pero mi padre me hizo partícipe de su investigación por conocer el lenguaje HTML y la forma de publicar contenidos en la Red.

En 1998, ambos empezamos a escribir artículos en la primera web de Fórmula 1 en español, que se llamaba F1.Es (www.formula1.inode.es, hoy desaparecida). Entonces yo tenía 13 años y estaba a punto de empezar 2º de ESO. Mis cualidades de redacción eran paupérrimas y mi conocimiento del periodismo se limitaba al que me daba la lectura de revistas especializadas desde que me enseñaron a leerlas.

En la pretemporada de 1999 decidimos componer una web básica. No compartíamos la política editorial de F1.Es y nos armamos de valor para emprender el camino solos, primero con la ayuda de otro aficionado de Algeciras y luego con colaboradores que desinteresadamente se unieron a una iniciativa que llamamos GP.F1. A final de temporada experimentamos por primera vez con el seguimiento en directo de los Grandes Premios, que aún mantenemos y que, de hecho, manejamos prácticamente las mismas personas.

En febrero de 2000 dimos un gran paso al comprar un dominio para nuestro trabajo. Intentamos comprar www.gpf1.com, pero ya lo tenía reservado el GP de Canadá, así que tras un largo proceso de deliberación optamos por www.thef1.com, un nombre que ha marcado mi vida desde entonces. Durante el medio año anterior desarrollamos el llamado 'Proyecto 2000' con la ayuda altruista de un informático madrileño que me enseñó los principios básicos del CSS, el ahora llamado SEO y otras muchas claves. Desde mediados de ese año separamos cada noticia en un .htm independiente, otro de los grandes saltos evolutivos de la web.

La antigua web de TheF1.com

En 2002 empezamos a sistematizar algunas partes de la web para que fueran comunes a toda la estructura (le llamamos Proyecto 2002) y esta tecnología aguantó online hasta 2007. Precisamente desde 2002 empezamos a acudir también con frecuencia a pruebas de categorías de acceso a la F1 para foguearme en el periodismo de campo. También desde ese año logramos acreditaciones para los entrenamientos privados de Fórmula 1, donde entrevistamos a diversos pilotos de la categoría reina, entre ellos a Fernando Alonso. Por entonces la web ya incorporaba publicidad, pero no cubría ni siquiera los gastos de mantenimiento que acarreaba. Mi padre continuaba con su trabajo y yo estudiaba 1º de bachillerato.

En 2004, cuando ya estudiaba 1º de carrera, recibimos en la web una nota de prensa sobre un cursillo de verano de la UNED en Denia, sobre 'Marketing y Comunicación en el Automovilismo Deportivo' al que mi padre se empeñó en que asistiera. Una vez en faena, fui tan activo como pude y conocí más de cerca al director del curso, Rubén Tejedor (responsable de la sección de Competición en la revista Car and Driver), a Emilio de Villota (ex piloto de F1 y director-editor de Car and Driver) y a Domingo Ochoa (jefe de equipo en GTA Motor). De los primeros conseguí un mínimo compromiso para que me permitieran ser becario de la revista al año siguiente, y del último que dejara en mis manos la elaboración y envío de notas de prensa de su equipo. No esperaba remuneración por el asunto, pero sí que me facilitara comida, viajes y alojamiento para conocer la vida en los circuitos. Así fue.

En 2005 continué con la facultad, el día a día de la web, los trabajos en GTA Motor y mantener el contacto con la gente de Car and Driver, que finalmente me permitieron hacer una entrevista para entrar como becario a la revista. Eso suponía que pasaría el verano en Madrid, lejos de casa. La situación dio otro vuelco cuando, por cuestiones de necesidad de personal, incluso antes de empezar mi trabajo, me ofrecieron entrar como ayudante de redacción en la revista, a mis 19 años. En principio, dicha oportunidad se agotaría en octubre y podría volver a la facultad casi con total normalidad. Para mí, un sueño hecho realidad. Para mi padre supuso mayor implicación en la web y plantearse por primera vez dejar su trabajo de los últimos 15 años.

CAR AND DRIVER es toda una referencia en el mundo del Automóvil

Todo fue según el guión hasta que, en septiembre, un redactor de la revista decidió marcharse para cursar un máster en automoción, y la directiva decidió ofrecerme ese puesto. Desde entonces, me enseñaron a conducir (apasionante pero muy difícil habilidad), probé todo tipo de coches y viajé mucho a presentaciones de nuevos modelos por medio mundo. El sector del automóvil mueve mucho dinero y lo noté desde el primer momento: conocí lujos que no había visto nunca antes y a alguna gente interesante en las marcas de coches y en otros medios de comunicación especializados. Mientras tanto, mantuve siempre un pie en www.thef1.com, que poco a poco alcanzó niveles de audiencia bastante interesantes, por encima de los 250.000 usuarios únicos mensuales.

Trabajé en la revista hasta que a finales de 2007 fundaron la nueva web www.caranddriver.es, donde me trasladaron como jefe de sección. Para mí era un paso interesante, ya que me permitía seguir con las pruebas y presentaciones de coches y además me dejaron al cargo de la sección de Fórmula 1 en la revista, algo muy interesante porque me permitió acceder por primera vez a los paddocks de los Grandes Premios de F1 con acreditación 'pata negra' y entrevistar a más de una decena de campeones mundiales. Mientras tanto, también surgió la oportunidad de encargarme de la redacción y coordinación del anuario de pruebas de la revista y colaborar asiduamente en el programa Luz de Cruce en la cadena COPE de Valencia.

Sin embargo, el mayor vuelco en mi trayectoria estaba por llegar todavía. Mi padre ya llevaba casi dos años dedicado en exclusiva a www.thef1.com cuando Hachette Filipacchi se interesó por nuestro portal, como estrategia de refuerzo para su incipiente 'polo motor'. Por entonces ya contábamos 300.000 usuarios únicos mensuales de media y habíamos estrenado sistema de administración (ya no creado por nosotros, sino por programadores profesionales). La negociación fue larga y dura, pero finalmente accedimos a la venta. Tanto la parte técnica como la de contenidos se seguiría elaborando desde Valencia por la gente de siempre y con libertad editorial, pero nos libraba del 'lastre' de la gestión comercial y nos daba ciertas ventajas típicas por pertenecer a un grupo grande de comunicación.

Todos los enviados especiales españoles celebrando la 200ª inscripción de Pedro de la Rosa en Gran Premio

La audiencia del portal creció de forma espectacular hasta lograr picos de casi un millón de usuarios únicos mensuales a principios de 2010. Por fin parecía tener un año tranquilo por delante (aunque seguía con la sección de Fórmula 1 de la revista, las colaboraciones en COPE Valencia y otras nuevas en Radio Marca) y así pude finiquitar tercero de carrera, pero en el mes de agosto recibimos otra noticia importante: Hachette había decidido fusionar www.caranddriver.es con www.thef1.com y... ¡nos encargó a nosotros el trabajo! Para mí, la noticia tuvo una especial trascendencia porque sentí que mis dos 'casas' se convertían en la misma cosa, y porque el nuevo organigrama me dejaba como redactor jefe de F1 del portal 'híbrido', www.caranddriverthef1.com un pequeño paso más para mí.

Lanzamos el portal conjunto el 1 de febrero de 2011, mientras yo cubría las pruebas de la F1 en Cheste. De momento, los lectores siguen fieles a nuestro trabajo, y hemos realizado un ulterior esfuerzo para cubrir in situ cada vez más carreras del Mundial. Terminé los estudios como pude y actualmente cuento con un pase permanente de pitlane de la FIA, un auténtico sueño convertido en realidad, pero soy consciente de que el camino, en realidad, acaba de empezar si queremos hacer un trabajo tan serio como el que otros periodistas han logrado con décadas de trabajo. Y así vamos, paso a paso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, nos ayudan a crecer. Sólo te pedimos que seas respetuoso con los demás, que cuides la ortografía y la gramática y que nunca te quedes con las ganas de decir algo.

Gracias de antemano por tu comentario.