miércoles, 13 de marzo de 2013

Kiko Fernández de Castro - Aficionado

Por qué me gusta esto y desde cuándo. A esto último, desde siempre. Mi madre recordaba que cuando era pequeño (10-11 años) ya me levantaba por la mañana para ver las carreras, primero de motos y luego ya de lo que sea. Fast Freddie Spencer supongo que tiene la culpa, después el Peugeot 205 Turbo 16 y Triple K (Juha Kankkunen) y para acabar Ayrton Senna y su precioso Lotus decorado con los colores JPS... y desde entonces (1983) hasta aquí.

El Peugeot 205 Turbo 16, una joya del automovilismo deportivo

La familia también tiene buena parte de culpa, el papá y el tío pilotos aficionados de rallyes... y me he convertido en un auténtico todo terreno, me gusta todo (F1, Moto GP, WRC, DTM. GTs, nacional de rallyes de asfalto y tierra, regionales, Karting, Europeo de Camiones, suma y sigue). Haciendo esta lista me he dado cuenta de que igual estoy un poco enfermo...

Y los últimos tiempos donde a través de internet he conocido a una serie de aficionados estupendos, han hecho que todo esto se reafirme y crezca. Hasta tal punto debe haber llegado el tema que el día siguiente al GP de Brasil de este año recibí 5 llamadas de amigos aficionados (aunque menos que yo) preguntándome sobre la legalidad del adelantamiento... ¡esto es una locura!, pensé.

El tricampeonato de Vettel conseguido en Brasil estuvo en entredicho por las famosa bandera amarilla

Si a todo esto le añadimos una santa devoción por los coches y las motos en general, pero sobre todo por lo primero, pues ya tenemos el cóctel total. Pura pasión por la velocidad y el motor.

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