2005. Mayo. Pedro de la Rosa. Montoya. Fernando Alonso. Michael Schumacher. ¡¡Una grúa, una pelouse, un camping, los vecinos, el salón del automóvil, tres locas y un destino!! ¡¡Jajajaja!! Es de lo poco que recordaba de mi primer Gran Premio, así de golpe, antes de empezar a escribir este artículo.
Si os soy sincera todavía no he logrado recordar como surgió la idea. Sé que lo comenté, y que por aquella época, todo plan que implicase viajar... ¡siempre era bueno! A Guada le gustaba la Fórmula Uno, a Debo le gustaba algo menos, pero iba a ser toda una experiencia, así que las tres empezamos con los preparativos. Alojamiento, coche, ruta, presupuesto... y un montón de momentos buenos... ¡¡¡y tan buenos!!!
Tres meses antes de aquel fin de semana de mayo (6 al 8), Montmeló ya colgaba el cartel de completo en muchas de sus tribunas, las más baratas, así que optamos por la opción de "pelouse". Iba a ser el primero de muchos y lo de "pelouse" fue toda una experiencia (que jamás repetiríamos, ¡¡¡jajajajajaja!!!). Aquel año, el Circuit agotó todas sus localidades, cosa que sólo había sucedido en España el año del debut de la F1 en nuestro páis, en 1951 (he tirado de archivo, que de esto, tampoco me acordaba, jajaja). 115.900 personas estábamos allí dentro... esa era la cifra que anunciaban las pantallas. Se me ponían los pelos de punta, ¡y yo estaba allí!
Lo primero que uno debe tener en cuenta cuando va a un circuito, es que no hay más horarios que los de las pruebas... y que es inútil planear muchas más cosas porque sencillamente no llegas. ¡¡Y nosotras las planeamos todas!! Un camping con piscina y playa que no pisamos, unos horarios que nos marcamos que nunca cumplimos desde que salimos de Madrid, y un regreso que iba a... bueno mejor os lo cuento luego.
El trayecto en coche Madrid-Barcelona fue el inicio de un más que anecdótico viaje. Ya en la autopista nos cruzamos, sin planearlo, con unos amigos que sabíamos que iban a Montmeló pero desconocíamos el cuándo y el dónde. Parada, un café, y resulta que todos vamos al mismo camping y que además, ¡¡somos vecinos de bungalow!! ¡¡Jajajaja!! ¡¡Si lo hacemos aposta no cuadramos tanto!! Llegamos a Pineda del Mar bien entrada la noche, no sin antes dar unas cuantas vueltas para encontrar el recinto, para encontrar al de seguridad, para encontrar sitio para aparcar...
A la mañana siguiente, nosotras tres partíamos hacia el circuito bien temprano para evitar caravanas, sin embargo nuestros vecinos decidieron quedarse para, en vez de ir a ver los libres, disfrutar de un día de piscinita, ¡sol y playa! Cuando llegamos al circuito, aparcamos, apagamos la música, nos bajamos del coche y.... ¡¡¡¡ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuummmmmmm, puuum, puuum, puuum...!!!! Lo escuchas por primera vez en directo. ¡Ese sonido es tan espectacular como impactante! Jamás he vuelto a sentir lo mismo. Ni si quiera cuando he estado en pit-lane. Es una sensación muy, muy diferente. Y allí estaba Pedro de la Rosa, piloto probador de McLaren, marcando el mejor crono en los libres. Demostrando, como otras tantas veces, que a pesar de no ser piloto titular, era (y para mí es) uno de los mejores pilotos de la parrilla y de los más rápidos. En esa misma vuelta en la que Pedro conseguía volar, su compañero Montoya hacía lo mismo pero con distinto final... saliéndose de pista y ¡¡estampándose delante nuestra en la Curva Campsa!! Poder ver un accidente a esa velocidad... te deja de hielo. Menos mal que casi nunca pasa nada y puedes volver a respirar... (al menos con las actuales medidas de seguridad).
El sábado la Pole se la llevó Kimi Räikkönen (McLaren). Alonso (Renault) marcó el tercer mejor tiempo por detrás de Mark Webber (Williams), ¿nada que ver con la actualidad, eh? Pues el domingo Kimi lograba romper con la racha ganadora de los Renault y Alonso acababa segundo por delante de Trulli (Toyota) mientras que Michael Schumacher (Ferrari) se retiraba por problemas con los neumáticos. El mundial iba por buen camino, pero de momento era pronto para creer que España iba a tener un campeón de Fórmula Uno, aunque sí que soñabamos con ello.
Pero ver una carrera desde "pelouse" es todo un desafío a enterarte de algo, jajajajaja. Y menos mal que nos buscamos un sitio con una pantalla delante, eso es indispensable estés donde estés en cualquier parte del circuito. El domingo llegamos muy pronto para no tener problemas para aparcar... y aparcamos frente a la puerta de entrada (sin contar con que luego tendríamos que salir.... ¡¡error!!) pero ibas aparcando por orden de llegada. Madrugar, o no acostarse, es obligatorio si quieres coger un buen sitio. A las 7 u 8 de la mañana abren las puertas y te toca correr hasta el sitio elegido. A esas horas, hace frío. Y da igual lo que lleves puesto. Hace frío. Y si a esto le añades que el rocío mañanero te empapa los pantalones por mucha manta y plástico que lleves... hace frío. Y encima en pista no hay nadie. Tienes sueño, te aburres y hace frío. Pero va pasando la mañana, arrancan los motores de los coches de las carreras soporte, empiezas a divertirte, a disfrutar... y sale el Sol.
Segunda fase en marcha, empiezas a quitarte ropa. Y a echarte crema para no quemarte, pero da igual porque te torras. ¡¡Ah!! ¡¡Y la gorra!! ¡¡Muy importante la gorra!! Bastante antes de las 12:00 alrededor nuestra no se veía un trocito de cesped. Era imposible moverse. Ni ir al baño. No había espacio para poner los pies y poder caminar. Inmóviles, a veces podíamos estirar las piernas, pero era un LUJAZO estar disfrutando de aquello, en directo. Desde abajo, muy cercanos a la Tribuna N, ¡disfrutámos del espectáculo que tenían montado los asturianos! Sonidos de gaitas, Lobato haciendo entrevistas allí mismo, y justo antes de que empezase la carrera... ¡¡¡ZAS!!! ¡¡¡Nos colocan una grúa delante nuestra que nos tapa casi por completo la curva!!! ¡¡¡Bendita pelouse!!! ¡¡¡Jajajajajajaja!!! ¡¡Después de aquel año la Tribuna N sería nuestro lugar fijo de residencia!! Asientos numerados, baños limpios... ¡¡sin horarios, una bendición!!
La salida del Circuit nos la tomamos con muuuuuuuucha calma. Dimos alguna vuelta para estirar las piernas por las tiendas que nos pillaban de paso, fuimos al baño a echarnos un poco de agua para intentar refrescarnos y nos armamos de paciencia antes de subir al coche. Tampoco recuerdo el tiempo que tardamos en salir de allí, sé que fueron horas. O después de la paliza que llevábamos en el cuerpo, al menos, lo parecía. ¡¡Pero en las caravanas, no todo es malo!! Jajajaja!! ¡¡Allí conocimos a nuestros amigos los gallegos con los que repetiríamos vacaciones y algún que otro GP más!! ¡¡Divertidos, fantásticos, sensacionales!! Y nos fuimos a "casa" a descansar. Alguien nos dijo... no hagáis la locura de volveros un domingo después de un GP, cogeos un día más y os volvéis con calma el lunes... Con calma, JA-JA-JA. ¿¿¿No os he dicho antes que lo de poner horarios no funciona en esto de la F1???
El lunes, como teníamos tiempo, decidimos ir a ver el Salón del Automóvil en Barcelona. Sí, ya sé que tenemos uno en Madrid, pero después de ver los dos, os puedo decir que no es ni parecido y que me quedo con el de Barna. Y bueno... fue así porque imagino que tenía que ser así. A la entrada conocimos a los que hoy son también, grandes amigos, un grupo de chicos de Tenerife con los que hoy en día seguimos manteniendo una relación excepcional y nos hemos seguido viendo en Navidad, vacaciones, carnavales... ¡¡Increibles, divertidos, entrañables!! Vimos la exposición todos juntos, comimos y mi pobre padre no hacía más que llamar... "¿¿pero salís ya??" Jajajajaja... no, no... ¡¡si nos quedamos un ratito más!!
Subíamos el coche cayendo ya la tarde... a esa hora en la que medio mundo sale de trabajar. Coger la B30 a esas horas y además con obras... ¡es horrible! Y si encima te cortan las salidas por las que tienes que coger la A2... ¡¡mejor ni os cuento!! ¡¡Jajajajaja!! ¡¡Anda que no dimos vueltas!! Sobre las 3 de la mañana llegábamos a casa. "Sarna con puco, no pica" ¡¡Y tocaba madrugar para ir a currar por la mañana!!
Si os soy sincera todavía no he logrado recordar como surgió la idea. Sé que lo comenté, y que por aquella época, todo plan que implicase viajar... ¡siempre era bueno! A Guada le gustaba la Fórmula Uno, a Debo le gustaba algo menos, pero iba a ser toda una experiencia, así que las tres empezamos con los preparativos. Alojamiento, coche, ruta, presupuesto... y un montón de momentos buenos... ¡¡¡y tan buenos!!!
Tres meses antes de aquel fin de semana de mayo (6 al 8), Montmeló ya colgaba el cartel de completo en muchas de sus tribunas, las más baratas, así que optamos por la opción de "pelouse". Iba a ser el primero de muchos y lo de "pelouse" fue toda una experiencia (que jamás repetiríamos, ¡¡¡jajajajajaja!!!). Aquel año, el Circuit agotó todas sus localidades, cosa que sólo había sucedido en España el año del debut de la F1 en nuestro páis, en 1951 (he tirado de archivo, que de esto, tampoco me acordaba, jajaja). 115.900 personas estábamos allí dentro... esa era la cifra que anunciaban las pantallas. Se me ponían los pelos de punta, ¡y yo estaba allí!
Lo primero que uno debe tener en cuenta cuando va a un circuito, es que no hay más horarios que los de las pruebas... y que es inútil planear muchas más cosas porque sencillamente no llegas. ¡¡Y nosotras las planeamos todas!! Un camping con piscina y playa que no pisamos, unos horarios que nos marcamos que nunca cumplimos desde que salimos de Madrid, y un regreso que iba a... bueno mejor os lo cuento luego.
El trayecto en coche Madrid-Barcelona fue el inicio de un más que anecdótico viaje. Ya en la autopista nos cruzamos, sin planearlo, con unos amigos que sabíamos que iban a Montmeló pero desconocíamos el cuándo y el dónde. Parada, un café, y resulta que todos vamos al mismo camping y que además, ¡¡somos vecinos de bungalow!! ¡¡Jajajaja!! ¡¡Si lo hacemos aposta no cuadramos tanto!! Llegamos a Pineda del Mar bien entrada la noche, no sin antes dar unas cuantas vueltas para encontrar el recinto, para encontrar al de seguridad, para encontrar sitio para aparcar...
A la mañana siguiente, nosotras tres partíamos hacia el circuito bien temprano para evitar caravanas, sin embargo nuestros vecinos decidieron quedarse para, en vez de ir a ver los libres, disfrutar de un día de piscinita, ¡sol y playa! Cuando llegamos al circuito, aparcamos, apagamos la música, nos bajamos del coche y.... ¡¡¡¡ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuummmmmmm, puuum, puuum, puuum...!!!! Lo escuchas por primera vez en directo. ¡Ese sonido es tan espectacular como impactante! Jamás he vuelto a sentir lo mismo. Ni si quiera cuando he estado en pit-lane. Es una sensación muy, muy diferente. Y allí estaba Pedro de la Rosa, piloto probador de McLaren, marcando el mejor crono en los libres. Demostrando, como otras tantas veces, que a pesar de no ser piloto titular, era (y para mí es) uno de los mejores pilotos de la parrilla y de los más rápidos. En esa misma vuelta en la que Pedro conseguía volar, su compañero Montoya hacía lo mismo pero con distinto final... saliéndose de pista y ¡¡estampándose delante nuestra en la Curva Campsa!! Poder ver un accidente a esa velocidad... te deja de hielo. Menos mal que casi nunca pasa nada y puedes volver a respirar... (al menos con las actuales medidas de seguridad).
El sábado la Pole se la llevó Kimi Räikkönen (McLaren). Alonso (Renault) marcó el tercer mejor tiempo por detrás de Mark Webber (Williams), ¿nada que ver con la actualidad, eh? Pues el domingo Kimi lograba romper con la racha ganadora de los Renault y Alonso acababa segundo por delante de Trulli (Toyota) mientras que Michael Schumacher (Ferrari) se retiraba por problemas con los neumáticos. El mundial iba por buen camino, pero de momento era pronto para creer que España iba a tener un campeón de Fórmula Uno, aunque sí que soñabamos con ello.
Pero ver una carrera desde "pelouse" es todo un desafío a enterarte de algo, jajajajaja. Y menos mal que nos buscamos un sitio con una pantalla delante, eso es indispensable estés donde estés en cualquier parte del circuito. El domingo llegamos muy pronto para no tener problemas para aparcar... y aparcamos frente a la puerta de entrada (sin contar con que luego tendríamos que salir.... ¡¡error!!) pero ibas aparcando por orden de llegada. Madrugar, o no acostarse, es obligatorio si quieres coger un buen sitio. A las 7 u 8 de la mañana abren las puertas y te toca correr hasta el sitio elegido. A esas horas, hace frío. Y da igual lo que lleves puesto. Hace frío. Y si a esto le añades que el rocío mañanero te empapa los pantalones por mucha manta y plástico que lleves... hace frío. Y encima en pista no hay nadie. Tienes sueño, te aburres y hace frío. Pero va pasando la mañana, arrancan los motores de los coches de las carreras soporte, empiezas a divertirte, a disfrutar... y sale el Sol.
Segunda fase en marcha, empiezas a quitarte ropa. Y a echarte crema para no quemarte, pero da igual porque te torras. ¡¡Ah!! ¡¡Y la gorra!! ¡¡Muy importante la gorra!! Bastante antes de las 12:00 alrededor nuestra no se veía un trocito de cesped. Era imposible moverse. Ni ir al baño. No había espacio para poner los pies y poder caminar. Inmóviles, a veces podíamos estirar las piernas, pero era un LUJAZO estar disfrutando de aquello, en directo. Desde abajo, muy cercanos a la Tribuna N, ¡disfrutámos del espectáculo que tenían montado los asturianos! Sonidos de gaitas, Lobato haciendo entrevistas allí mismo, y justo antes de que empezase la carrera... ¡¡¡ZAS!!! ¡¡¡Nos colocan una grúa delante nuestra que nos tapa casi por completo la curva!!! ¡¡¡Bendita pelouse!!! ¡¡¡Jajajajajajaja!!! ¡¡Después de aquel año la Tribuna N sería nuestro lugar fijo de residencia!! Asientos numerados, baños limpios... ¡¡sin horarios, una bendición!!
La salida del Circuit nos la tomamos con muuuuuuuucha calma. Dimos alguna vuelta para estirar las piernas por las tiendas que nos pillaban de paso, fuimos al baño a echarnos un poco de agua para intentar refrescarnos y nos armamos de paciencia antes de subir al coche. Tampoco recuerdo el tiempo que tardamos en salir de allí, sé que fueron horas. O después de la paliza que llevábamos en el cuerpo, al menos, lo parecía. ¡¡Pero en las caravanas, no todo es malo!! Jajajaja!! ¡¡Allí conocimos a nuestros amigos los gallegos con los que repetiríamos vacaciones y algún que otro GP más!! ¡¡Divertidos, fantásticos, sensacionales!! Y nos fuimos a "casa" a descansar. Alguien nos dijo... no hagáis la locura de volveros un domingo después de un GP, cogeos un día más y os volvéis con calma el lunes... Con calma, JA-JA-JA. ¿¿¿No os he dicho antes que lo de poner horarios no funciona en esto de la F1???
El lunes, como teníamos tiempo, decidimos ir a ver el Salón del Automóvil en Barcelona. Sí, ya sé que tenemos uno en Madrid, pero después de ver los dos, os puedo decir que no es ni parecido y que me quedo con el de Barna. Y bueno... fue así porque imagino que tenía que ser así. A la entrada conocimos a los que hoy son también, grandes amigos, un grupo de chicos de Tenerife con los que hoy en día seguimos manteniendo una relación excepcional y nos hemos seguido viendo en Navidad, vacaciones, carnavales... ¡¡Increibles, divertidos, entrañables!! Vimos la exposición todos juntos, comimos y mi pobre padre no hacía más que llamar... "¿¿pero salís ya??" Jajajajaja... no, no... ¡¡si nos quedamos un ratito más!!
Subíamos el coche cayendo ya la tarde... a esa hora en la que medio mundo sale de trabajar. Coger la B30 a esas horas y además con obras... ¡es horrible! Y si encima te cortan las salidas por las que tienes que coger la A2... ¡¡mejor ni os cuento!! ¡¡Jajajajaja!! ¡¡Anda que no dimos vueltas!! Sobre las 3 de la mañana llegábamos a casa. "Sarna con puco, no pica" ¡¡Y tocaba madrugar para ir a currar por la mañana!!
Pii! Si pasaste por mi casa!
ResponderEliminarJajajajajaja y yo sin saberlo!!! Pero por aquel entonces no te conocía Edgar!! :P Eso no llegó hasta Mónaco 2012 ;)
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