jueves, 3 de enero de 2013

Susana Expósito - Aficionada e integrante de PEPEM

Viví mis primeros 21 años de vida creyendo que el ruido más estruendoso era el de los fuegos artificiales de mi pueblo ... que ninguna sensación en el mundo podría igualarse al cosquilleo que los peta-zetas producían en mis oídos al explotar en mi boca ... que la "Fuerza G" correspondía a un "Comando" ... que el "agua roja" surcaba las minas de Río Tinto ... que Santa Devota era una señora muy religiosa ... que la "S", además de ser la inicial de mi nombre, era la vigésima letra del abecedario ... que las curvas, al igual que las cuestas tienen arriba y abajo, se cogen a derecha e izquierda ... y pensando, por supuesto, que la "Fórmula 1" era la de la Coca-Cola ... 21 años que viví feliz y contenta, donde los fines de semana eran para descansar, salir de fiesta y estudiar ... como mucho. Pero entonces llegó 1997 y dos personajes, que habían entrado en mi vida un año antes, me secuestraron a la viva fuerza y me llevaron al Circuito de Jerez a vivir mi primer GP de F1.

Aquello fue una chorrada como un castillo. Lo de secuestro no es una exageración, fue una realidad, pues me llevaron el sábado al circuito, me pusieron los dientes largos y el domingo me dejaron sola en el piso viendo la carrera por la tele ... ¡A ver si nos ves! ... ¡Mamones! ... cuando vi ese loco del coche rojo echando de la pista al guapito del coche azul los maldije ... pero los maldije aún más cuando vi a Pacheco pegándose con Chaves por entregar el trofeo ... ¡Qué divertido es esto leches! Al menos me quedó el consuelo de haber descubierto a un tal Montoya en la Fórmula 3000 que me hizo disfrutar de lo lindo desde la Torre de Control de Tío Pepe.

Mientras Jacques era el rey del mundo, entre bambalinas había más que palabras

Después de eso todo fue un degenerar en una enfermedad que me fue infectando poco a poco ... porque lo mío no es una afición normal ... es por contagio ... es por empatía ... ¡vamos! ... el mejor ejemplo de "si no puedes con ellos úneteles".

Los principios fueron duros. Mi cuerpo y mi mente luchaban contra la enfermedad y un extraño sopor se apoderaba de mí en la primera curva de cada Gran Premio, me vencía el sueño y no abría los ojos hasta que los 3 primeros estaban subidos en el podio ... y unos ojitos brillantes me preguntaban "¿Te ha gustado? ... uummm ... estoooo ... Creo que no he entendido el final ... ¡Ay, cómo me gusta que veas conmigo la F1, princesa!" ... ¡joder que enfermedad más rara! te hace perder la noción de la realidad, ¿cómo es posible que no se haya dado cuenta de que he estado 2 horas durmiendo? ... y así fue durante muchos años.

Y entre sueño y sueño fueron muchas las escapadas al Circuito de Jerez,  donde cada vez se hacía más difícil llegar al paddock sin ser "pillados" por culpa de un niñato asturiano que hacía mucho ruido al pisar el acelerador de su monoplaza. Recuerdo la última vez con especial cariño porque cuando el vigilante se acercó a nosotros nos dijo con una sonrisa ... "Venga 'pisha', p'a fuera ya que os vi entrar por la derecha a las 9, le habéis dado la vuelta entera al circuito, os habéis hecho fotos hasta con las motos de Jordan y ya es hora de irse a casita" ... "¿Nos dejas salir por aquí, jefe? ... es que no nos quedan fuerzas para darle otra vez la vuelta al circuito"... y "p'a casita que llueve".

No me vayas a hacer una foto, me dijo... Luego, cuando vió el revelado... jajajajajajajajajaja

Poco a poco el tiempo de sopor se fue reduciendo y cada vez conseguía ver más carrera, hasta que llegó el momento en que realmente la veía entera y la disfrutaba. Por mis oídos y mis ojos empezaron a pasar palabras raras relacionadas con el blog de un tal "Miguel Sanz" ... comentarios de ilustres blogueros ... raras ideas de un foro ... porras ... quedadas y mucha ilusión. Empecé a ver el "Gran Circo" con otros ojos ... a contar historias ... a sacar la espada ... a hacer números raros ... y entonces entendí que la enfermedad se había extendido por todo mi ser y ya formaba parte de mí ... ¡qué le iba a hacer! ... dejarme arrastrar por la corriente era lo más fácil, así que cedí y ahora procuro no perderme ni una.

Las últimas dos temporadas las he tenido que vivir desde muy lejos por motivos laborales y aunque tuve que dejar de lado mis "ideas singulares", no descarto retomarlas en un futuro, pues con ellas me divierto y consigo engancharme aún más. Como podéis ver, no me enganchan pilotos, ni Grandes Premios, ni históricos momentos, ni míticas escuderías ... lo que me ha enganchado a este virus han sido los enfermitos que lo portan, la afición que lo alimenta ... soy víctima de los efectos secundarios.


Quién quiere curarse de esta maravillosa 'enfermedad'

9 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¿Qué me estas llamando? ... "¡pos tu más!" (por si acaso)

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  2. Yo no quieroooooooo!!! :) No quiero desengancharme, claro!!!Jajajajaa!!! Me ha encantado, Santa!!!

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    1. yo tampocooooooooo!!! ... Gracias PIT! ... Una enfermedad que legos de llevarte a la tumba te acerca a la gloria, ggg.

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  3. Que bueno Santa! Y que grandes los hombres de negro de Jerez, mira que les damos guerra jajajaja

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    1. Que no Paz, que grande soy yo que me lo ha dicho Vic, además ... qué iba a ser de ellos sin nosotros!!! ;P

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  4. Bestial
    Me ha encantado
    Si esque escribiendo así cómo no iban a beatificarte XDDD

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    1. jajajajajaja, gracias por los piropos, ahora lo que tenéis que hacer es ponérselo delante a l@s parient@s para que vean que la infección no es mortal y que se pueden dejar contagiar sin miedo ... si alguien lo hace que lo comente ...

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  5. Siento haberte transmitido esta horrible enfermedad... jajajajajajajajaja

    Al menos, ya tengo la conciencia más limpia al saber que has podido estar un domingo de GP en el circuito... Lo único malo es que has tenido que esperar casi 14 años para ello... GGG

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