¿Cómo llegué al mundo del motor y por qué me apasiona tanto?
Mis recuerdos de la F1 de la infancia se me reducen a unos pocos. A mi padre le mandaban todos los meses cintas de vídeo Beta amigos que tenía en el extranjero, con las carreras de la F1. Creo que mi afición me la pegó él; cómo no, si nos tirábamos las horas muertas viendo carreras una y otra vez... jajaja...
Recuerdo preguntarle a mi padre muchísimas cosas en cada carrera, pero hay una que nunca se me olvidará y creo que fue el punto de inflexión que me hizo decantarme por seguir la F1 el resto de mi vida. Sería aproximadamente el año 88/89, no recuerdo exactamente, era en plena batalla interna Prost-Senna, y ese fin de semana mi padre puso una de las carreras antiguas, era Mónaco 84. Ese día mostré especial interés en los detalles de la carrera, ¿por qué ese señor del coche blanco y azul, no solo corría más que el resto, sino que además hacía “bailar” su coche en cada salida de las curvas? Es como si se fuera riendo dentro del coche, y eso me impactó muchísimo. Tanto como que un señor francés, al que le llamaban “profesor”, clavaba los tiempos de vuelta una y otra vez. No lo entendía. Algo tenía cada uno que les hacía ser los mejores pero a la vez entre ellos eran totalmente distintos, nadie podía igualarles.
Por el '94 ya estaba enganchadísimo, no me perdía una carrera, y aunque ya no las veíamos en BetaMax, al menos podíamos verlas en directo. El día anterior murió un hombre que a mí no me sonaba de nada, no lo conocía... El domingo, mientras comíamos en familia, yo estaba pendiente de los monoplazas, y cuando ese señor 'raro” iba volando por el circuito llegó el fatídico momento. Sabía que estaba muerto. A él no le gustaban esas cosas de hacerse de rogar. Si hubiera estado bien o con las piernas rotas hubiera sacado su casta y habría salido del bólido a rastras, pero no salía... y yo lo sabía, estaba muerto...
Ya no estaban mis dos pilotos, el “bailarín” como yo le llamaba de pequeño, y al que llamaban “profesor”. Ahora había un señor alemán que era muy rápido y otro inglés con mucha mala suerte... Perdí interés... Ya no esperaba con ansias el fin de semana de carrera, me faltaban mis dos señores...
En el '98 me enteré que al año siguiente iban a competir dos españoles, un tal Gené y otro de la Rosa, y me picó la curiosidad. De pequeño preguntaba a mi padre por qué no había españoles y él no me sabía contestar. Ahora podía ver de qué pasta estábamos hechos en ese deporte, y me volví a enganchar como antaño y botaba de alegría viendo como “el de la Rosa” sacaba un punto cuando debutaba... ¡¡NO PODÍA SER MALO!! ¡¡LLEGARÍA LEJOS!! Aunque pasado el tiempo no llegó a cuajar con ninguno de ellos.
Con los años el señor alemán, ahora ya sabía su nombre, Schumacher, estaba ganando todo, y la verdad sea dicha, yo me aburría bastante en casi todas las carreras. Hasta que llegó un chico, español nada menos, con aires de macarra y de saberlo todo, pero llegaba a pista y... no sé lo que vi, cuando llovía él también hacía bailar su coche en las salidas de las curvas, y tomaba siempre los exteriores, en seco, clavaba los tiempos vuelta tras vuelta. No salía de mi asombro. Aún hoy sigo sin poder describirlo. Si hubieran puesto un Toleman detrás de ese Minardi se hubiera visto el mismo baile, era como si hubiesen aparecido “mis dos señores” dentro de ese chaval.
En mi casa se puso muy tarde internet, y cuando lo tuvimos, aparte de devorar toda la información que podía sobre este mundo, empecé a encontrar a gente que no sólo compartía mi afición por este deporte, ¡¡¡sino que estaban tan locos como yo!!! Jajaja...
Aquí la historia para los que me conocen ya es conocida, entré en RumoresF1, donde me cuidaron y me enseñaron muchísimo, donde he conocido a gente fantástica y en donde conocí a Mid con su “Fórmula”. Había tanto, tanto allí... Si yo opinara en ese foro sería ensuciar su trabajo (y aún lo sigo pensando... jajaja). Y el resto vino seguido: encontré al señor Zapico, a MAG y a muchísimos más que seguir y aquí me tenéis todos los del sarao, enganchado a todo lo que publicáis y devorándolo cual yonki...
Creo que me he enrollado bastante, pero creo que ahí dejo respondidas correctamente las dos preguntas: llegué al mundo del motor por mi padre, que me crió desde chiquitito a golpe de acelerador y viendo a los mejores. Y me apasiona tanto este mundo por lo que me hacen sentir esos locos que dan vueltas a un circuito, pero también por los que estáis detrás de vuestro monitor, compartiendo, conversando (y a veces discutiendo), ya que también me aportáis y me enseñáis mucho más de lo que os podríais creer.
Fue un auténtico placer colaborar para PEPEM, para mí es un momento de orgullo que nunca se me irá, Muchísimas gracias Mid por la oportunidad ^_^.
ResponderEliminarGracias a tod@s l@s que formamos parte del "blog" de PEPEM, Deque...
EliminarHa quedado muy mona la entrada... jajajajajajajajajajaja