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Carreras
Antonio García - 1º GT con Corvette Racing (#3) [10 carreras, 135 ptos.]
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El estreno de la que sería la última temporada de las American Le Mans Series se producía en la tradicional prueba de inicio del mítico trazado de Sebring. Antonio García era nuestro único representante al volante de su Corvette oficial de nuevo. En la calificación era él el encargado de marcar el tiempo, consiguiendo ser vigésimo cuarto de la general y quinto de la categoría GT. Pero en la carrera de 12 horas todo fueron problemas y más problemas. En la salida golpeó a un rival, por lo que fue castigado con un ‘stop & go’ volviendo a pista al fondo de la clasificación provisional. Pero no terminaron ahí los inconvenientes; apenas unas vueltas después tuvo que entrar de nuevo en boxes con fallos en la transmisión. La caja de cambios fue sustituida, pero la avería persistía: la sexta marcha se quedaba bloqueada. Así que decidieron sustituir la electrónica. Parecía que la pega estaba definitivamente resuelta y que sería una oportunidad de, al menos, hacer pruebas para las 24 de Le Mans, cuando un nuevo percance con la transmisión les hacía abandonar definitivamente.
La segunda cita tenía lugar en Long Beach, California, con una duración de dos horas. Antonio y su compañero, el danés ex Fórmula 1 Jan Magnussen, consiguieron calificar su Corvette oficial en décimo sexta posición (cuarto entre los GT), pero en carrera la estrategia no funcionó bien y acabaron décimo segundos y quintos de su categoría. Paradójicamente recibieron el premio ‘Michelin Green X Challenge’, por administrar con mayor eficiencia su combustible durante la carrera....
En el espectacular trazado de Laguna Seca se disputaba la tercera reunión. García conduciría el Corvette en la segunda mitad de la carrera de 4 horas, por lo que hasta ese momento todo dependía de su compañero, que era quien había hecho la calificación. Salían quintos de la categoría GT, pero antes de la primera hora ya eran líderes. Las diferencias entre los cinco primeros de su división apenas superaron los diez segundos, por lo que cuando el madrileño se subió al Chevrolet, a falta de una hora y 40 minutos, tuvo que dar lo máximo de sí para mantener esa primera posición, muy pendiente de sus cuatro perseguidores que lo acechaban, de los muchísimos doblados que iban dejando atrás y de los vehículos de las categorías superiores cuando los sobrepasaban para no llevarse la sorpresa de ser adelantado por un rival directo... pero mereció la pena esa lucha sin cuartel, ya que pasaban bajo la bandera a cuadros novenos de la general y, lo más importante, ganadores entre los GTs por primera vez en sus catorce participaciones con Corvette Racing en las ALMS.
La cuarta ronda tenía como escenario Lime Rock. Tras calificarse décimo novenos, quintos entre los GT, Magnussen hacía el primer relevo de carrera. Tras poco más de una hora dejaba el coche a Antonio, que se lanzaba a una dura persecución del BMW Z4 GTE de los líderes... Pero esta vez tuvieron que conformarse con ser segundos de su división, y décimo cuartos de la general.
Hasta Canadá se desplazaban para la quinta fecha del calendario. En la calificación de Mosport conseguían el segundo mejor tiempo de su categoría, pero un accidente de su compañero en la misma los obligaba a salir desde el fondo de la parrilla al tener que reparar el coche. Así que Antonio empezaba la carrera con un solo objetivo: remontar. Y todo marchaba según el plan previsto hasta que llegó al rebufo del Porsche 997 RSR de Wolf Henzler. Tras varios intentos infructuosos lo superaba por el exterior con una maniobra espectacular y se situaba sexto de su división. Tras la primera hora le daba el relevo a Jan, que volvía a pista en la quinta posición. El Viper de Kuno Wittmer, aprovechando el caos tras un período de banderas amarillas, los adelantaba, pero antes de cumplirse las dos horas y 45 minutos de duración conseguían recuperar un puesto al rebasar al líder del campeonato, Dirk Müller. Un cuarto puesto entre los GT (y décimo cuarto absoluto) que sabía a gloria, y más viendo que sus compañeros de equipo eran los ganadores tras una ardua batalla con el otro Viper.
Road America era la sexta estación. En la calificación conseguía el segundo mejor tiempo entre los GT, decimoquinto absoluto. El encargado del primer relevo fue Jan Magnussen, que tuvo que pilotar con muchísima precaución ya que la salida se dio con pista húmeda. Conforme avanzaba la carrera el asfalto se fue secando, siendo la labor estratégica del equipo fundamental en la decisión de cambiar a slicks. Al madrileño le tocaba defender el liderato de la categoría, pero el SRT Viper de Dominik Farnbacher y Marc Goossens lo adelantaba a falta de poco más de media hora para el final. Un accidente a 10 minutos de la caída de la bandera a cuadros hacía que las esperanzas de recuperar la primera posición se desvanecieran.
En el circuito urbano de Baltmore la carrera tenía que interrumpirse con bandera roja a los catorce segundos de iniciarse. El motivo era un enorme tapón que se había originado en la recta principal. Por suerte, García había logrado evitar la montonera. Una hora más tarde se relanzaba la prueba, que había sido acortada de 120 minutos a aproximadamente 70. Una nueva montonera no podía ser evitada por el piloto madrileño, pero afortunadamente salía de ella sin consecuencias. El equipo le comentó por la radio que tan pronto como se abriera el período de repostajes entrara en boxes, pero un fallo en las comunicaciones hacía que tuviera que hacer un giro de 180º al darse cuenta que su compañero acababa de hacerlo. Su relevo duró apenas 12 minutos, ya que desde ese instante fue su compañero quien se puso al volante. Una gran remontada, de cuartos a primeros, liderato absoluto por un momento y susto incluidos, hacía que consiguieran su segunda victoria en GT. En la clasificación del campeonato ya se colocaban en la segunda posición a sólo dos puntos del otro Corvette.
En Austin, Texas, se celebraba la octava parada del campeonato. Antonio estuvo una vez más brillante, logrando la tercera victoria en su categoría de la temporada y, lo que es más importante, colocándose líderes a falta de dos pruebas. La calificación la hacía el propio piloto madrileño, logrando el segundo mejor tiempo entre los GT. Magnussen era el asignado para realizar el primer relevo, por lo que a García le tocaba esperar en boxes. A falta de poco menos de dos horas salía a la pista en segunda posición, adelantando veinte minutos más tarde al Ferrari 458 Italia de Matteo Malucelli para colocarse en cabeza. A partir de ese momento, gestionó a la perfección el tráfico, cruzando la meta décimo terceros absolutos y ganadores de su clase, con poco más de 8 décimas de ventaja con el Viper de Kuno Wittmer.
En el precioso trazado de Virginia se celebraba la penúltima cita. Antonio García partía octavo entre los GTs, tras haber hecho su compañero la calificación. A falta de poco más de una hora se bajaba del Corvette encabezando su categoría, tras una magistral carrera tanto desde dentro como desde fuera de la pista. El danés minimizó daños llegando a meta tercero, y undécimo absoluto, por detrás de dos competidores que no aspiran al título. Además, los puntos conseguidos les servían para anotarse el campeonato de equipos y de fabricantes.
En la cita prueba final de Petit Le Mans, Antonio se proclamaba campeón de su categoría. En su segunda campaña completa lograba el título, que añade a sus 3 victorias en GT en las 24 Horas de Le Mans (2008, '09 y '11) y al Open by Nissan (2000). La carrera tuvo poca historia, a pesar de sus casi 10 horas de duración, ya que a García y a su compañero les bastaba con cruzar la meta en el séptimo puesto para llevarse el entorchado, por lo que el principal objetivo era no arriesgar... aunque hubo momentos de incertidumbre cuando el piloto que los acompañaba en esta ocasión, Jordan Taylor, hizo un trompo al pisar aceite derramado en la pista. La victoria se la dedicó el madrileño a su amiga María de Villota y a Sean Edwards, ambos recientemente fallecidos.
Antonio García - 1º GT con Corvette Racing (#3) [10 carreras, 135 ptos.]
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El estreno de la que sería la última temporada de las American Le Mans Series se producía en la tradicional prueba de inicio del mítico trazado de Sebring. Antonio García era nuestro único representante al volante de su Corvette oficial de nuevo. En la calificación era él el encargado de marcar el tiempo, consiguiendo ser vigésimo cuarto de la general y quinto de la categoría GT. Pero en la carrera de 12 horas todo fueron problemas y más problemas. En la salida golpeó a un rival, por lo que fue castigado con un ‘stop & go’ volviendo a pista al fondo de la clasificación provisional. Pero no terminaron ahí los inconvenientes; apenas unas vueltas después tuvo que entrar de nuevo en boxes con fallos en la transmisión. La caja de cambios fue sustituida, pero la avería persistía: la sexta marcha se quedaba bloqueada. Así que decidieron sustituir la electrónica. Parecía que la pega estaba definitivamente resuelta y que sería una oportunidad de, al menos, hacer pruebas para las 24 de Le Mans, cuando un nuevo percance con la transmisión les hacía abandonar definitivamente.
La segunda cita tenía lugar en Long Beach, California, con una duración de dos horas. Antonio y su compañero, el danés ex Fórmula 1 Jan Magnussen, consiguieron calificar su Corvette oficial en décimo sexta posición (cuarto entre los GT), pero en carrera la estrategia no funcionó bien y acabaron décimo segundos y quintos de su categoría. Paradójicamente recibieron el premio ‘Michelin Green X Challenge’, por administrar con mayor eficiencia su combustible durante la carrera....
En el espectacular trazado de Laguna Seca se disputaba la tercera reunión. García conduciría el Corvette en la segunda mitad de la carrera de 4 horas, por lo que hasta ese momento todo dependía de su compañero, que era quien había hecho la calificación. Salían quintos de la categoría GT, pero antes de la primera hora ya eran líderes. Las diferencias entre los cinco primeros de su división apenas superaron los diez segundos, por lo que cuando el madrileño se subió al Chevrolet, a falta de una hora y 40 minutos, tuvo que dar lo máximo de sí para mantener esa primera posición, muy pendiente de sus cuatro perseguidores que lo acechaban, de los muchísimos doblados que iban dejando atrás y de los vehículos de las categorías superiores cuando los sobrepasaban para no llevarse la sorpresa de ser adelantado por un rival directo... pero mereció la pena esa lucha sin cuartel, ya que pasaban bajo la bandera a cuadros novenos de la general y, lo más importante, ganadores entre los GTs por primera vez en sus catorce participaciones con Corvette Racing en las ALMS.
La cuarta ronda tenía como escenario Lime Rock. Tras calificarse décimo novenos, quintos entre los GT, Magnussen hacía el primer relevo de carrera. Tras poco más de una hora dejaba el coche a Antonio, que se lanzaba a una dura persecución del BMW Z4 GTE de los líderes... Pero esta vez tuvieron que conformarse con ser segundos de su división, y décimo cuartos de la general.
Hasta Canadá se desplazaban para la quinta fecha del calendario. En la calificación de Mosport conseguían el segundo mejor tiempo de su categoría, pero un accidente de su compañero en la misma los obligaba a salir desde el fondo de la parrilla al tener que reparar el coche. Así que Antonio empezaba la carrera con un solo objetivo: remontar. Y todo marchaba según el plan previsto hasta que llegó al rebufo del Porsche 997 RSR de Wolf Henzler. Tras varios intentos infructuosos lo superaba por el exterior con una maniobra espectacular y se situaba sexto de su división. Tras la primera hora le daba el relevo a Jan, que volvía a pista en la quinta posición. El Viper de Kuno Wittmer, aprovechando el caos tras un período de banderas amarillas, los adelantaba, pero antes de cumplirse las dos horas y 45 minutos de duración conseguían recuperar un puesto al rebasar al líder del campeonato, Dirk Müller. Un cuarto puesto entre los GT (y décimo cuarto absoluto) que sabía a gloria, y más viendo que sus compañeros de equipo eran los ganadores tras una ardua batalla con el otro Viper.
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| Pese al abandono de la cita inuagural de las 12 Horas de Sebring... |
Road America era la sexta estación. En la calificación conseguía el segundo mejor tiempo entre los GT, decimoquinto absoluto. El encargado del primer relevo fue Jan Magnussen, que tuvo que pilotar con muchísima precaución ya que la salida se dio con pista húmeda. Conforme avanzaba la carrera el asfalto se fue secando, siendo la labor estratégica del equipo fundamental en la decisión de cambiar a slicks. Al madrileño le tocaba defender el liderato de la categoría, pero el SRT Viper de Dominik Farnbacher y Marc Goossens lo adelantaba a falta de poco más de media hora para el final. Un accidente a 10 minutos de la caída de la bandera a cuadros hacía que las esperanzas de recuperar la primera posición se desvanecieran.
En el circuito urbano de Baltmore la carrera tenía que interrumpirse con bandera roja a los catorce segundos de iniciarse. El motivo era un enorme tapón que se había originado en la recta principal. Por suerte, García había logrado evitar la montonera. Una hora más tarde se relanzaba la prueba, que había sido acortada de 120 minutos a aproximadamente 70. Una nueva montonera no podía ser evitada por el piloto madrileño, pero afortunadamente salía de ella sin consecuencias. El equipo le comentó por la radio que tan pronto como se abriera el período de repostajes entrara en boxes, pero un fallo en las comunicaciones hacía que tuviera que hacer un giro de 180º al darse cuenta que su compañero acababa de hacerlo. Su relevo duró apenas 12 minutos, ya que desde ese instante fue su compañero quien se puso al volante. Una gran remontada, de cuartos a primeros, liderato absoluto por un momento y susto incluidos, hacía que consiguieran su segunda victoria en GT. En la clasificación del campeonato ya se colocaban en la segunda posición a sólo dos puntos del otro Corvette.
En Austin, Texas, se celebraba la octava parada del campeonato. Antonio estuvo una vez más brillante, logrando la tercera victoria en su categoría de la temporada y, lo que es más importante, colocándose líderes a falta de dos pruebas. La calificación la hacía el propio piloto madrileño, logrando el segundo mejor tiempo entre los GT. Magnussen era el asignado para realizar el primer relevo, por lo que a García le tocaba esperar en boxes. A falta de poco menos de dos horas salía a la pista en segunda posición, adelantando veinte minutos más tarde al Ferrari 458 Italia de Matteo Malucelli para colocarse en cabeza. A partir de ese momento, gestionó a la perfección el tráfico, cruzando la meta décimo terceros absolutos y ganadores de su clase, con poco más de 8 décimas de ventaja con el Viper de Kuno Wittmer.
En el precioso trazado de Virginia se celebraba la penúltima cita. Antonio García partía octavo entre los GTs, tras haber hecho su compañero la calificación. A falta de poco más de una hora se bajaba del Corvette encabezando su categoría, tras una magistral carrera tanto desde dentro como desde fuera de la pista. El danés minimizó daños llegando a meta tercero, y undécimo absoluto, por detrás de dos competidores que no aspiran al título. Además, los puntos conseguidos les servían para anotarse el campeonato de equipos y de fabricantes.
En la cita prueba final de Petit Le Mans, Antonio se proclamaba campeón de su categoría. En su segunda campaña completa lograba el título, que añade a sus 3 victorias en GT en las 24 Horas de Le Mans (2008, '09 y '11) y al Open by Nissan (2000). La carrera tuvo poca historia, a pesar de sus casi 10 horas de duración, ya que a García y a su compañero les bastaba con cruzar la meta en el séptimo puesto para llevarse el entorchado, por lo que el principal objetivo era no arriesgar... aunque hubo momentos de incertidumbre cuando el piloto que los acompañaba en esta ocasión, Jordan Taylor, hizo un trompo al pisar aceite derramado en la pista. La victoria se la dedicó el madrileño a su amiga María de Villota y a Sean Edwards, ambos recientemente fallecidos.
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| ...Antonio García y Jan Magnussen lograron el título |
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